viernes, 4 de julio de 2014

'El análisis de Héctor Castro', en "¿Qué opinas?" - Swing Radio

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¡Que nadie te lo cuente!





¿Qué opinas? Swing Radio

Hoy iniciamos una nueva aventura radiofónica de la mano de Juan Benito Rodríguez, en Swing Radio, con el programa ¿Qué opinas? Un programa en el que se debatirán temas de actualidad con los contertulios habituales, Juan Antonio López-Amor y Amparo Blay. ¿Qué opinas? Se emitirá los viernes, quincenalmente, de 20:30 a 21:30 horas, y se podrá escuchar a través de internet.

En lo que a mí respecta, quiero agradecer la oportunidad que JB me brinda para poder analizar y opinar libremente sobre noticias de actualidad que yo mismo elijo y comento en la sección “El análisis de Héctor Castro”. Quiero dejar claro que este análisis es absolutamente personal y responsabilidad mía y que no tienen por qué compartir ni JB ni el resto del equipo del programa.

¡Nos ponemos en marcha con el primer programa!

El análisis de Héctor Castro (viernes 4 de julio de 2014)
Audio del programa (web de JB Rodríguez)

Mucho se está hablando estas últimas semanas sobre la Reforma de la Ley del Aborto de Alberto Ruiz-Gallardón. Hemos oído hasta la saciedad los términos y expresiones “derechos”, “libertad”, “progreso”, “justicia”, “sanidad”, “decisión personal”… pero en muy pocas ocasiones he oído hablar de los “derechos de los niños”, “derechos de los no-nacidos”, “derechos de los nasciturus”, “derecho a la vida del aún no nacido”, derecho a la vida del ser humano concebido pero aún no nacido. Paralelamente, alguno de los eufemismos más utilizados, también, en muchas tertulias es el de “interrupción voluntaria del embarazo”, para referirse a “acabar con una vida humana en sus primeras semanas o meses de gestación”. ¿Por qué no llamar a las cosas por su nombre? La conciencia humana siempre trata de modificar o disfrazar la realidad cuando esta no nos parece correcta o moralmente aceptable.
 
Este simple cronista de la actualidad considera que aquellas voces que reivindican el “derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo” no se dan cuenta de que no están decidiendo sobre su cuerpo, sino sobre el cuerpo de otro ser humano. Decidir sobre el propio cuerpo y sobre la propia vida tiene otro nombre: eutanasia. La eutanasia nada tiene que ver con el aborto. La eutanasia es una decisión que afecta directamente sobre la persona que toma dicha decisión, en el aborto, alguien decide sobre otro alguien. Además, creo conveniente destacar que la venida al mundo de un niño es responsabilidad de dos. En demasiadas ocasiones se oye la simplista expresión de “derecho de la mujer para abortar”, lo cual deja totalmente al margen al padre de la criatura y no es más que un tic machista disfrazado de falso feminismo aparte de, como anteriormente hemos señalado, permitir que se decida sobre la vida de un tercero.
vida

Un embarazo no es un quiste que sobresale en nuestro cuerpo, sino el inicio de una nueva vida humana de la que no podemos convertirnos en jueces. Pensar que el aborto es una cuestión relativa a la salud es creer que el embarazo es equiparable a una enfermedad, cuando realmente el embarazo no es una patología, sino todo lo contrario. Hay sistemas de supuestos, sistemas de plazos, y todos cuantos queramos proponer pero, yo me pregunto: ¿cómo se cuantifica o mide a partir de qué semana o de que día uno empieza a ser persona? Personalmente creo que desde el momento de la concepción hay una nueva vida y, en nuestro caso, un nuevo ser humano. Respecto a los supuestos, ¿qué decir, por ejemplo, del supuesto de enfermedad del feto? Pongamos por caso un niño que viene con síndrome de Down. ¿Quiénes somos nosotros e, incluso, quién es su madre, para decidir sobre si tiene que vivir o no?  A veces se justifica con la supuesta felicidad o infelicidad del niño, o con la supuesta evitación del sufrimiento del hijo, lo cual es mentira ya que, en realidad, la razón es la supuesta evitación del padecimiento de los padres, algo falso también pues, tras un aborto, los padres y, sobre todo la mujer, tienen un sufrimiento psicológico que encoge el alma. Y voy más allá. Todos conocemos en nuestras familias o en nuestras amistades personas con síndrome de Down, y son felices o no, exactamente como lo somos los demás o no. Decidir sobre la vida de otro pensando en su supuesta felicidad y/o sufrimiento es querer buscar al ser humano perfecto, al ser humano que no existe. Querer ser selectivo en los nacimientos de los seres humanos nada tiene que ver con el progreso, sino todo lo contrario, es retroceder a los pensamientos eugenésicos espartanos o nazis basados en la atroz idea de buscar personas perfectas y desechar aquellas que presentan algún tipo de malformación o de disminución física o psíquica.

provida

En la actualidad y, en un mundo globalizado y, sobre todo, con la generalización de internet, la información sobre planificación familiar y sobre los diferentes tipos de anticonceptivos está al alcance de todos en nuestro país. Adolescentes, jóvenes y, en general, todos los adultos, disponemos de un acceso directo a una amplia y completa información sobre todos los anticonceptivos así como sobre su manera de uso. Y digo anticonceptivos, no píldora del día después, que no es más que una píldora abortiva. 

Lo que las sociedades necesitan son políticas de natalidad y ayudas institucionales para las familias, sobre todo para aquellas monoparentales que se encuentren en situaciones complicadas. La solución no es eliminar el bebé antes de que nazca, la solución es ayudar a las mujeres y a los padres para que el bebé que esperan sea atendido en las condiciones más óptimas posibles una vez este nazca. Los Gobiernos, en lugar de subvencionar el aborto y las clínicas donde se practica, debieran subvencionar y ayudar a las madres y a las familias que esperan la llegada de un nuevo hijo y que se encuentran en situaciones económicas complicadas. Pero no solo eso, también deben regular y favorecer, con todas las garantías, unas bajas laborales dignas por maternidad y por paternidad que permitan que los padres puedan cuidar y disfrutar de sus hijos. Las Administraciones tienen que invertir también en Educación (guarderías públicas, formación, etc.), Sanidad y, en general, en todo aquello que beneficie al llamado Estado del bienestar. Paralelamente y, para compensar el esfuerzo económico, los Gobiernos pueden recortar, por ejemplo, en las millonarias y escandalosas subvenciones que conceden a medios de comunicación privados así como en las ayudas monetarias que destinan a empresas de titularidad privada.

2 comentarios:

  1. Hola Héctor,
    felicidades por esta nueva aventura radiofónica que seguro tendrá el éxito que se merece. Y para empezar...¡buf! un tema de verdadera actualidad y muy, muy, controvertido. Solo permíteme añadir un comentario a la Reforma de la Ley del Aborto de Alberto Ruiz-Gallardón. En líneas generales estoy de acuerdo con ella aunque no en lo que respecta al caso de presentar una malformación fetal y no poder interrumpir el embarazo. Se debería clarificar muy claramente en qué casos se puede o no interrumpir. En la actualidad existen en todos los hospitales que realizan ILEs (Interrupciones Legales del Embarazo) unos comités integrados por especialistas diversos (obstetras, pediatras, anestesistas...) que valoran cada caso, uno a uno, la aceptación o no de la interrupción. Si no se permite interrumpir un embarazo cuando se constata una malformación fetal, me pregunto yo: ¿qué sentido tiene seguir haciendo técnicas de diagnóstico prenatal? ¿Qué sentido tiene realizar ecografías para descartar estas malformaciones si luego no se puede actuar en consecuencia siempre y cuando proceda el caso? ¿Qué sentido tiene seguir investigando en el futuro para mejorar estas pruebas?

    Un abrazo y seguiré con atención estos debates de rabiosa actualidad.

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    1. Muchas gracias, Francisco.

      Hemos iniciado la singladura con un tema muy controvertido, muy peliagudo. Eso sí, habrá análisis de cualquier tema de la actualidad.

      Sobre las técnicas de diagnóstico prenatal, yo creo que son muy útiles para avanzarse a la enfermedad, es decir, para tratar la enfermedad del feto antes de su nacimiento cuando sea posible y, en otros casos, para ser concientes de la enfermedad con la que nacerá el niño y así también poder tratarla ya desde el nacimiento del bebé.

      Un abrazo y gracias por tu fiel seguimiento.

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